Carta para Yam
Hola, amor, no sabes lo que te extraño, lo que deseo verte. Ayer, pesar de los pesares, rescato que me hiciste sentir algo que no me pasó con nadie, una angustia infinita el pensar una vos. Un fuego intenso, sofocante que me indica que no me puedo pensar si vos.
Sin embargo, también, la idea que mi presencia no alcanza para darte ganas de vivir me provoca una tristeza profunda. Sé que no soy el hombre celestial que esperabas, y que esa familia que soñabas conmigo se desvanece en el aire.
Pero más allá de todo, ojalá puedas encontrar, junto a mi mejor, nuevos incentivos de vida. Busquemos esas pelotas que muevan tu ser, mientras nos tomamos las cervezas para seguir viviendo. Sos la mujer que más profundamente ha llegado a mí y te propongo que desafiemos el todo para avanzar al infinito.
Te amo y voy a estar junto a vos, sea como sea, novio, amigo, esposo, amante, o mero ser querido. Porque en lo poco que nos conocimos me hiciste sentir el magma de la vida. Ojalá eso contribuya y te aliente o acompañé a pensar la vida. Insisto,
Te Amo incondicionalmente, y aquí estamos al Pie y al Orden, dicen los masones, para luchar contra los Molinos de Viento. Te dejo un gran beso en el alma.
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