Carta a Yam
Yam: mí querida Yam.
No sabes cuánto te amo. Despertaste en mí ganas de seguir creciendo. De conquistar el Universo como te digo. En mí, básicamente, fue recuperar la pasión por difundir conocimiento. De incentivar a la gente a leer, estudiar y crecer intelectualmente. Creo que con eso ayudo a que una partecita de la humanidad sea mejor. Eso me mueve, me incentiva, me hace sentir vivo. Y sin duda vos tuviste mucho que ver, porque sentí que lo necesitabas, que te iba a hacer bien, que por algo golpeaste la puerta del Templo. Ese día de Camila yo era una mera piedra bruta, había que debastar mucho para darle forma a la GLRA. Hoy toma cuerpo como un Templo referencial, chico pero que irradia Luz por doquier. Sos mí vínculo alquímico, la que activa mí capacidad de generar Oro. Quiero que lo sepas, porque hoy estar enmarcada en el Mercurio, ese completo elemento que juega de la muerte a la vida. Sos vos la que sabe que puede convertirse en Oro y que, más allá de lo costoso, es posible. Sabes que estoy aquí, para complementar tu despliegue, especialmente espiritual. Quiero ser tu amigo, tu compañero, tu consejero, tu pareja, tu amante, tu amor, tu Alter Ego, tu paz. Aquí, mirando esos ojos inmensos que tenés, extrañando darte un abrazo, un masaje en la frente, un beso profundo. Simplemente quiero recordarte, por si no lo dije, que te amo hasta las inmensas profundidades del infinito. R3
Comentarios
Publicar un comentario